Le Roi Soleil/ No One Will Know (2025) dir, Vincent Maël Cardona ★★★★

Review by Fernando Figueroa

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Siempre va estar en la periferia de la codicia eso que llamamos “verdad”. Utilizar entre todos los personajes a un policía -cuyo perfil supondría para fines de la historia apelar a lo justo o a la verdad- solo acentúa el mismo razonamiento que un barista, una sirvienta, un housekeeper o un ladrón, las personas no se vuelven locos por la honestidad sino por las ilusiones. ¿Qué persona no presente en bar Le roi soleil puede asegurar lo que pasó? Pero ¿qué espectador extranarrativo (fuera del filme) puede dudar de la veracidad de lo que acontecerá tantas veces diferentes en la misma trama, y debido a tantos dobleces? Si el guión multívoco como este, presta atención a todas las voces que retuercen los hechos para garantizar la combinación en que resulten obtener los 250,000,000 EUR de la lotería del billete de lotería ajeno, cómo precisar el antes y después inmediato de los sucesos, al detenerse en una y luego en otra versión para la misma ocurrencia. Por eso dije periferia, alrededor, se le da vueltas al hecho real, a la verdad, la muerte accidental de Mr. Kantz quien ganó la lotería- y mientras más se modifica la pequeña mentira dándole vueltas y escondiendo a los heridos como el paramédico Abel, más se enredan en el fango de la invención e improvización, no solo las autoridades porque intentaton explicar con simpliciad algo que lentamente fue en sentido contrario a lo sencillo sino además porque fueron 7 testigos, en especial escondidos en el túnel que conecta el sótano del bar hacia el exterior.

¿Por qué digo antes y después? Kantz acaba de ganar la lotería y no lo sabe hasta que revisa su billete en el bar Le roi soleil, así comienza la historia en el Le roi soleil. Los jóvenes que le ayudan a verificar Reda y Livio son policías que bebían algo casualmente y tras ayudarlo le dan la enhorabuena; así que el viejecito sale y desde su auto telefonea a su hijo o familiar para verlo esa misma noche, pero enseguida regresa -solo a morir- al bar, porque con las prisas y la alegría ha olvidado el billete dentro. Entrará y recibirá un disparo accidental en el forcejeo de los policías con el delincuente que aspiraba robar el billete, pero a cuadro ya ha ocurrido antes la escena del interior del bar cuando el chino barista Nico, o su guapa ayudante Esmé le muestra a Reda que ha olvidado el billete Kantz y el delincuente o joven loco llamado COmar quien también estaba casualmente en el bar y escuchó todo desarma al policía y comienza la lucha justo cuando entra Kantz para morir en el forcejeo. Este mini back-and forth narrativo volverá a ocurrir, cuando Picon Lafayette. Después de tomarse una copa y hacer chistes medio racistas notó humedad en el suelo de la cocina mientras el chino fingía que no pasaba nada. Y dicen que la curiosidad mató al gato, pues sí fue cierto. Husmeando por el sótano entró al túnel y el mismo Comar quien estaba escondido allí, le rompe la cabeza e intenta escapar hasta que el chino barista Nico le dispara, ¿con cuál arma imaginaos? Por supuesto, con la del policía Livio nuevamente. Si este desmadre no es bonito y divertido por lo enredado, salid del cine ahora. De por sí, cuando los familiares del titular del billete o sea Mr. Kantz declaran saber de memoria los números ganadores porque correspnden a datos familiares y personales concretos, ahora Livio y demás deben inventar por qué no se pidieron refuerzos de inmediato para el bar, sin mencionar los muertos no-declarados. La obra es excelente porque no se gasta en el melodrama, sino en la volatilidad de la ambición que, como ya dije al inicio, siempre será nuclear y la verdad solo periférica a ella. Por ejemplo, ¿alguien se esperaría que Reda haya perdido los estribos y muera estúpidamente electricutado, a punto de marcharse para delatar a la policía y dar un parte corregido de lo ocurrido -aunque eso perjudique a su amigo Livio-? El guiño que el director hace con María de Medeiros -la casera- que no ha muerto y solo sangra y ha improvizado como proscenio la trastienda en oenumbras del bar para interpretar a Sharon Van Etten. Fijaos en toda esa secuencia es impresionante, como dentro de un pub siniestro la luz de estroboscopio bañando a la casera y en incertidumbre el cobro de millones de lotería cuyo dueño hace horas fue asesinado. Mientras Livio y Esmé van al túnel a buscar al jovencito que estuvo siempre en el lugar equivocado a la hora equivocada, (después de orinar al inicio del filme dentro de inmueble y enseres de Luis XIV), la casera aprovecha para intentar engatusar a Nico, calentando su cabeza mutatis mutandis con: ¿y si nos olvidamos de los demás y el billetes para ti y para mi únicamente? Pero Nico no pjudo jalar el gatillo frente al chico que orina antiguedades. La casera se aproximaba a él, presumiblemente para hacerle daño pero Nico disoara y mata a la casera y luego, el jovencito le rompe la cabeza al chino por la espalda con una cazuela de aluminio inoxidable -como de 10 kilos de capacidad-. Así que para el reguero de muertos final, todavía Livio con Esmé deberán defenderse del chico y matarlo. Puf.Sí, se ganaron la lotería, pero al revés, casi todos.

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