Tirada de nuevo con su obsesión anti REMUX, con el teléfono Sony Ericsson a 144p, esta es una road movie inusual incluso extraña por su premisa aun más peculiar, la búsqueda de Lisa, la fotógrafa deportiva que parece haberse esfumado. Si ya de por sí es extraño que Irakli, el papá, emprenda el recorrido primero en la ciudad y después hacia la campiña y villorrios muy a pesar de que la joven de 28 dejó una nota pidiendo que no la buscaran, para estar más tranquila,dijo, todavía se antoja más disparatado pero genial ciertamente que en este periplo estético acompañe a Irakli un actor imaginario, Levan, especie de psicopompo y presunto mejor amigo de Lisa con quien dialoga de Khvashiti, las canchas de soccer hacia Cat Swamp y luego hacia su amigo en Zestafoni. Irakli pide a Ana cuide a un perro llamado Panda, me volvería normal si creyera que no es callejero junto al parke Vere, y la emprende sin chistar junto con el lugar vacío ocupado con la voz y presencia invisble de Levan.

Es verdad, en el itinerario nos toparemos con menos actores humanos que con vacas y perros flanqueando la carretera, o qué tal el gato negro precioso rn rl umbral de la ventana en la segunda parte, despues de que Irakli sigue buscando y ayuda a un par de niños a levantar el poste o travesaño de una porterpia de soccer.

Por si fuera poco, Irakli mostrando la foto de Lisa, a veces escucha las confesiones como la de dos agricultores o ayudantes de campo que hablan del clima menos benigno para las uvas en primavera, por las heladas, que en el propio invierno. Más tarde, al llegar a un pueblo lindo y pequeño alrededor de un lago nos percatamos que también las fuentes o lugareños serán invisibles. Tengo malas noticias para el espectador que no aprecia el cine contemplativo, preferible que no vea esta obra que se toma su tiempo en las sombras en las puertas de casa abandonadas, en el pasto eb el movimiento rotacional o entre los animales y los objetos como árboles y verjas. Por cierto que algunas escenas efuidencian que el directo las hizo como documenbtal, em refiero al acercamiento al hombre de la tercera edad que le muestra el que fuera el village club donde se proyectaban películas y etc., un perro atestigua la entrevista, para no variar. Fui retórico. No tiene nada de extraño que sea la propia fotógrafa desaparecida quien enmarque varias fotos en cada pueblo en que Irakli se detenga a buscarla. Que el director emplee a su padre para representar a Irakli y a su hermano en la mpusica solo acentúa la capacidad teporico y estpetica de un vanguardista como Koberidze usando un teléfono que impide incluso bloquear luz para obligarse a tantear los ángulos y las perspectivas adecuadas a la hora de la filmación y el lugar. Nunca aparece Lisa, ¿no es acaso metáfora de la inspiración perdida y hallada en el viaje mismo? o quizá simplemente como referí al inicio, un simple nombre Lisa puede causar tanto como el viaje que inspire las imágenes que surgieron gracias a la hija invisible.


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