Es cierto que cae en la trampa del modo convencional de los documentales, pero en el fondo es el rico poemario infantil -principalmente del niño de 8 años Gong Youbin, quien en un modo desenfadado cual bitácora del día a día en Sangzhi y en Changde, comparte un puñado de vivencias idílicas cercanas a la perfección en un caudal lírico desembocan simultáneamente los pensamientos del pequeño y la cinematografía bucólica “Ella y yo, mirando las estrellas juntas. Yo vivo a este lado de la montaña, ella al otro. Cuando miramos juntas el cielo nocturno, entendemos lo que sentimos en el corazón de la otra.” Parece que a Chen Deming le interesó evidenciar las condiciones adversas de precariedad en que se ha logrado este milagro de la creatividad, porque abandonado por su madre a raíz de resultar manco el papá, el director no solo visita el humilde hogar sino que se compromete a apoyar de forma concreta a Gong Youbin con tal de que mantenga excelencia de notas escolares.
trailer mío https://www.facebook.com/reel/1505785250502105

Escuchamos la naturaleza sin efectos después de leer los versos y entendemos las intenciones del director. En ese sitio quizá las cosas nunca cambien. A través del sonido local “Village Sound Radio”, el gobierno anima a la gente del condado de Sangzhi y de Changde por sus políticas de Partido contra la pobreza, y enseguida esuchamos los coros “China atrae mi corazón, nadie puede separarnos, no importa adonde viaje es por ti que canto”, en el mismo sonsonete propagandístico, el cual los habitantes deben chutarse a la fuerza (auditorio cautivo se le llama en la Teorías dela comunicación). Al inicio la instructora anima a hacer los debres recordando a los chicos el poema “Square diamonds” de Kang Xinjie. Luego tendremos el poema “Compartir: 分享 太陽把先分享给大地 黑暗坐着金色的小船 趣走陽光” (El sol derrama luz sobre la tierra. Luego llega la oscuridad, deslizándose en su barca dorada, para esquivar los últimos rayos del crepúsculo.”) o qué tal “Un secreto”: “Un Secreto. Nadie sabe que la hierba estaba triste/ Su cuerpo verde, con forma de cicatriz o de boca,/ dice: Un día iré a ti.” La anciana abuela y el papá discuten y sueñan si comprar una vaca o 5 ¿pero resistirán el invierno? ¿o será mejor comprar cerdos? Mientras, Gong Youbin va al campo a serruchar y apoyar, un chivo pasta cerca de él y leemos otro poema: “El Viento Silencioso. El viento azotó el mar,/ alimentando al mundo,/ dejando solo el vacío que sobrevive allí.” Pero cuando las cosas no salen, otra vez el niño -como bitácora, repito, sale a los sembradíos y ke escuchamos ironizar: “¿Deberíamos irnos?

Todo ha desaparecido. ¿Deberíamos seguir por este camino desierto?/En una décima de segundo,/desapareceré de este mundo.” Al fin y al cabo la infancia es como una brisa que fluye muy suavemente, se lee al final.

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