Mientras más primitiva luce por la lejanía del tiempo, casi rústica en sus Nabeshima Tango-no-kami,efectos y contrastes de atmósfera gótica ejemplar, este bakeneko de culto de mediados del siglo pasado sigue siendo un soberbio kaidan que muy seguramente debe desesperar a los jóvenes porque la trama va construyendo progresivamente la tensión palaciega tan maldita como insufrible que desatará los brutales acontecimientos entre traiciones, decapitaciones y gatos hambrientos de venganza, o sea, la gata Koma que mordía el kimono de su ciego amo Ryuzoji Mataichiro porque presentía la fatalidad hacia la que se dirigía.Desde que el pusilánime señor feudal Nabeshima Tango llega con su abyecta comitiva a Saga en busca de concubina, queda perplejo de la jovencita del té Fuyu al verla a unos cuantos metros de distancia atendiendo a otros dignatarios, ay, pero su hermano y ella misma jamás cederán, así que de nada le valió a dicho Señor feudal el obsequio de la kaya china (mosquitero)para la familia Ryuzoji.

No tendremos que imaginarnos el disgusto del Señor Nabeshima Tango-no-kami, su rostro insípido mal escondió el enfado por ser rechazado por el invidente Ryuzoji y su familia. Imaginaos, unos vasallos que desprecian a su Señor feudal. Como dije, para aplacar el malestar, en mal momento se le ocurrió a Ryuzoji ir a los aposentos reales de Nabeshima y jugar una partida de go -囲碁, igo- el pasatiempo feudal de moda en Edo en aquellos momentos. ¿Pero existe mejor sistema con reglas que el juego, para enfrentar como iguales -siempre que se sigan las reglas- a los contrincantes, independientemente de ideología (como en el fútbol soccer entre soviéticos vs ingleses, o en un tablero o goban con piedras blancas y negras como fichas que se colocan estratégicamente? A medio juego, Mataichiro se excusa por un fuerte dolor de estómago y avisa que no tardará mientras ayudado por una sirvienta, acude al servicio de W.C pero mientras tanto, veremos cómo el consejero Toyohira sentado junto a Nabeshima descaradamente toma una de la fichas y la arroja fuera del tablero.

AL regresar el ciego, toca el turno de Nabeshima y su consejero le avisa su movimiento “de posición 7 a 14” , Ryuzoji enseguida dice alarmado “eso es ilegal. Ahí debería haber una piedra, justo antes del movimiento 34. Se engañan si creen que Mataichiro es ciego”. Colérico se levantó el Señor feudal y lo rebanó, ofendido de ser acusado de tramposo a pesar de que en la misma escena se vio que el propio consejeron frente a él retiró la piedra del go. Sin morir por completo, Toyohira remata al ciego clavando su espada en el ojo derecho de la víctima. Nunca se imaginaron la maldición que ahora caería en ellos y de hecho, a escasos minutos del crimen con el cuerpo tendido en el goban, los maullidos de Koma en un rincón de la misma sala de juego del castillo. Mientras tanto, la madre con la bella Fuyu, preocupadas por ser ya más de la 4, se preocupan y sienten una pesadez inexplicable. Los esbirros del Señor feudal arrojaron su cuerpo al pozo antigui y adicionalmente el malévolo Toyohira extendió por decreto real la disipación y borrado del nombre del clan Ryuzoji del difunto. Hay que recordar que esta obra se basa en la leyenda de un incidente Nabeshima con el que se fraguaron maldiciones contra el antiguo clan Ryuzoji.

Pronto dos vigilantes perciben el movimiento de los bambús de la tapa del pozo y más tarde Nabeshima sentirá el miedo insoportable. La madre de Mataichiro Omassa termina suicidándose, pero no sin antes maldecir con todas sus fuerza a Nabeshima, así que a través del hyōi” (憑依) o espíritu se posesiona de la gata Koma y nunca dejará descansar ni al Señor feudal ni a su consejero insidioso Toyohira. Primero se posesiona de la suegra Sue y así, en una escena lúgubre muerde el cuello de su nuera y después la escena clásica de manipularla con una especia de energía voraz como si con telepatía y el juego de sombras que es presenciado por el consejero Toyohira y blandiendo su espada combate. El Señor feudal palidece cada vez se escuchan con más frecuencia los maullidos y la trama se vuelve simplemente escalofriante cuando el bakeneko, el espíritu a quien encomendó Omassa la venganza de su hijo se apodera de Sue, la suegra quien de una mordida comienza a manipular como en hipnosis maldita a la joven hasta que, como ya dije, llega Toyohira y mata pero a Sue, por lo que veremos la estela redonda pequeña del hyōi salir literalmente de la cabeza del cadaver que solo era como avatar o huesped.
Nabeshima sigue teniendo cerca apariciones del mismo Mataichiro sonriente y después de matar a dos siervas del palacio casi mata a Toyohira confundiéndolo con el ciego pero ya en su demencia y sin dormir, según él creyendo que tiene fe de que todo se arreglará, es su concubina O-Toyo quien recibe el hyoi del bakeneko en una escena simplemente maestra a pesar de los efectos especiales de risa por el tiempo -casi un siglo de su rodaje- pero con un efecto y atmósfera ejemplar, primero araña a Nabeshima y lo persigue, así que continpua el juego de sombras entre los biombos, pero el propio Señor feudal frenético, demente, se observa recostado a sí mismo luchando contra el bakeneko en mujer arañándolo e incluso al arribar al lugar los guardias del palacio, también ellos pueden ver el espectro gatuno que se defiende a arañazos en contra de los espadachines hasta que el vasallo leal Komori Hansaburō logra batir el monstruo y salido de su fiebre, exorcizado del bakeneko el señor feudal se supone que recobra el sentido de justicia u orden.

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