No será la primera vez que, por fuerza de buscar originalidad en el camino casi siempre espinoso del enamoramiento, las beta endorfinas de la emoción por algo nuevo de Philippe, disparadas a mil por hora con los borbotones de sangre de la curiosidad de Manette lleven el “por qué no” entre dos aventureros en escapada en Niza y amantes de la fugacidad, a las profundidades de la fatalidad y, antes de que con pesimismo algún espectador piense -como este recensor- que este es un comienzo sin futuro entre un hombre indeciso pero eso sí, hastiado de la rutina y el bullicio de siempre, y una misteriosa joven que insistió en hacerse la atractiva -con métodos de atracción que apenas le funcionaron para ser percibida, como carraspeando la garganta y auto-invitándose para acompañar a Phillip-, roto el rapport veamos cómo controla Molinaro la desaceleración de la trama que, por otra parte es propia de adolescentes con la euforia del inicio pero que -como veremos, repito- una vez que llegan a hospedarse con la guapa Paule quien sufre por la ingratitud de su hijo, ambos tórtolo (lovebirds si se prefiere en inglés) se desinflan al reconsiderar el plan que los llevó hasta allí pero que nunca se fijó. Tomemos aire, y ahor sí, entremos al verdadero quid de esta joya de inicios de los años 60 y por cierto, no es ni remótamente el romance entre un hombre de mediana edad ex veterano y una chica guapa que se alquila para el verano.

Es más bien notoria la oportunidad de Molinaro de explorar un trance onírico al estilo de Felini como se apreciará en el sueño que philliope tendrá casi al final del filme viendo en su ensoñación la celebración de aniversario de Paule. Pero desde un inicio Molinaro explota con una genialidad impresionante las capacidades semióticas y elípticas del cine, se enturbian así las elipsis formales narrativos con el psicologismo y en concreto con más gestos y menos explicaciones entre la pareja recién conocida y unida. Los personajes no afirman con diálogos sus intenciones ni, por otro lado, escuchamos sus vacilaciones con monólogos personales, sino que las escenas llevan un sobreentendido más o menos intuitivo y no será diferente a partir de los días de indolencia en casa de Paule en Niza, entre disparo con rifle, playa y coqueteos.

Al llegar el jovencito Michel, como era de suponerse Paula la mamá, se aviva como anfitriona, pero lentamente el chico comienza a ser proclive a reír, corretearse y acompañar a Manette a todos lados del caserón y la afinidad se fortalece en especial cuando llegan los jovencitos que veranean, y toman la enorme casa de Paule a quien conocen, para sus juegos, y hubieran seguido así entre broma y voleibol de no ser por la llegada de una gaviota, a la que uno de los jovencitos intentó dispararle y luego todos tus demás, sin éxito, pidiendo que el ex veterano Phillipe rematara al ave. Esa acción malvada de usar las armas de perdigón o no, en contra de un ave indefensa, le vino como purga al hijo de Paule, que se encontraba junto a Manette y quien muy molesto, en un arrebato tomó el rifle y le disparó al balón, dejando sin jugar a toda la pandilla de recientes huéspedes los cuales inmediatamente partieron. Michel el inconstante hijo está a punt de volver a partir a sus excavaciones y dejar triste a Paule pero el chico odia que su madre intente chantajearlo emocionalmente y mientras tanto, Phillip recibe una llamada de Rosencraft el comerciante de arte que trafica las obras pictóricas de poca monta que Phillip consigue y vende a buen precio. Phillip debe partir enseguida y ya sabemos cómo son los adolescentes, de inmediato durante el día en que estuvo ausente Phillip, Paule, Michel y manette fueron a Valcombe y allí no pudo ya contenerse Michel, mostrandp el boleto de avión a Tel Aviv y diciendo que si fuera por ella lo rompe de inmediato. Pero Manette le pide tiempo aunque Phillip dijo que no esperaran que volvieran en bastante tiempo por los negocios. Phillip en cambio regresó enseguida porque rompió el pacto con Rosencraft y aumentó 2 millones en el contrato, pero hecho una furia y con un telefonazo, Rosencratz mejoró y agregó los 2 millones así que de plano tuvo que dejar los negocios y perder el contrato para regresar. Al verlo de vuelta, Michel comprendió y partió, dejando desconsolada a Paule. Paule se fue unos días despupes a ver a su marido para tener a alguien con quie hablar de su hijo y dejando la villa enorme a Phillip y Manette. La amante de Phillipe, Viviane estuvo a punto de arruinar todo llegando a Niza y entrando a la villa aunque Phillip le pidió que esperara en la carretera. Vivianne parte y en la última escena, emocionante sin duda ambos deciden ir en velero a navehgar aunque el mar está algo embravecido y Manette juega a ser temeraria colgada de la cuerda del barco. EL final del filme toca el inicio cuando Phillip le cuenta a Paule que no pudo hallar el cuerpo de Manette y aun encuentra improbable que se haya topado por suerte o destino con esa chica bella que se alquiló para el verano.