Simplemente fascinante! Muy pocos fans de Poe tienen cuidado de obsevarse a sí mismos -metacognición- disfrutando una historia como esta y así, percatarse en cómo, las escenas que se representan con la lectura del relato,aparecen en su mente como si hubiera diálogos entre los personajes, muy a pesar de tratarse de un hilo narrativo epistolar.

Esta joya bizarra cuida no solo la atmósfera deprimente en decadencia pero sobre todo el minimalismo diegético que supone el texto original, que no autoriza a emplear como puente coloquios o expresiones sino la gesticulación performativa y los aspectos lpugubres en su mayoría, similar al ver a personas en un sueño que, sin decir algo, sabemos lo que saben -en este caso por el propio testimonio escrito leído por el narardor-, y entendemos lo que dicen sin que las escuchemos dialogar. Los alrededores para la obra y la voz estertorea con los siniestros hechos narrados brinda una experiencia plenamente expresionista.

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El narrador comienza explicando su amor fiel a los animales y la vida, pero desde que se casa muy joven, según reconoce, el demonio del alcohol como lo llama, permite una conversión y alienación en el mal puro y espontáneo que comienza desde que pateaba a los conejos y otros animales, hasta sacarle un ojo al gato y finalmente el momento culmen de brutalidad colgarlo en ese apartado y desolado y sórdido bosque en plena niebla y silencio sepulcral.

Pero lo que parecería la simple historia sobre el desahogo de un alcohólico contra los animales y luego su mujer, alcanza magnitudes filosóficas con Poe porque, como se sabe, mientras más pleitesía o cariño le demostraba el animale más repulsivo le parecía y el demonio de la ira y la maldad resurgía como fuego en sus entrañas, repeliendo de antemano con violencia cruel todo amor, goce y aprecio hacia él.

Después de colgarlo y ocurrir el poco explicable suceso del incendio, pierde sus riqueza y en breve tiempo, de vuelta a las andadas, se topa en una noche en el bar a un gato tuerto entre las botellas de ron y ginebra. No perteneciendo al bar se lo adjudica y aquí Poe muestra que esa veta de Ser despiadada en muchos humanos sigue su curso circular para regresar al nuevo hogar a lo cercenado por él mismo de su pasada vida (La Muerte con la hoz segando como en el Tarot) y recomenzar el proceso autodestructivo de amar, no amar, amar odiar y no aceptar cariño y volver al maltrato. Este corto respeta con singular precisión no solo las letras sino el desconsolador, triste, espantoso descubrimiento de muchos humanos que como este caballero de posición acomodada, termina asesinando a su esposa por su incapacidad de recibir afecto a través del gato que al seguirlo a todas partes le hacía arder de cólera y desprecio inversamente proporcional a la fidelidad y afecto del animal y del entorno que lo rodeaba. Dije aversión y odio al animal, pero al rodar por el suelo y respetando las exploraciones de Poe, sentir pánico por el gato que ronroneaba mientras se solazaba en la mecedora con su esposa. La furia que sintió al descender y empuñar el hacha en contra de ese monstruo fue impedido por su mujer quien recibió en el cerebro el mortal hierro, muerta en el acto. Tres días sin aparacer aquella bestia, dice el narrador (más bien escribe con pluma decimonónica) de mientras se mece en el sillón de la mujer a la cual enterró en el hueco de su hogar donde retiró los ladrillos para enterrar su cadaver y volver a sellar todo.Cuando al cuarto día llega la policía merodeando la propiedad y él, calmo y sereno bebiendo, orgulloso no tuvo objeción en permitir la inspección que incluyó la bodega o desván de abajo de la casa y frente a ellos se pavoneaba que todo estaba en orden pero al golpear con el palo en el muro donde fue enterrada, Dios le libre de la malvada maldición, los maullidos alertas del gato negro retumbaron frente a los oficiales. Los hombre derrumbaron el muro del que continuaba brotando ese escándalo del animal y al abrir el boquete, el gat negro!