Una rareza que, según las fuentes oficiales estaba extraviada o perdida, es este fracaso rotundo del húngaro Korda, obra que no recuperó ni la mitad de los 80 mil invertidos y la cual recrea -como exiliado en la República de Weimar alemana- este suceso épico-histórico de Mayerling en 1889, reviviendo no solo el chisme palaciego del Príncipe Rudolf, paseándose en Grinzing con la baronesa Maria Vetsera, sino la confrontación áspera con su padre el Emperador quien le ordena que cese en sus amoríos escandalosos y se comporte como heredero del Imperio Austrohúngaro, también se explota la conspitación para derrocar a los Habsburgo. Korda aprovechó el talento de su esposa María Corda como la baronesa y se interesó en filmar toda la trama en Viena, ni más ni menos que en alrededores del Hofburg.

Las actuaciones son formidables, en especial la de Emil Fenyvessy como Francisco José I, quien contagia menos energía y enfado como un anciano padre, muy preocupado, que ternura por el juego de gestos y mímica que obedece al argumento mudo en que primero le llama la atención, inlcuso sorprendiendo al hijo quien supuso fue un espía, y advirtiendole “mañana no te hablaré ya como padre sino como el emperador” y en la acalorada discusión le hace prometer solemnemente que dejaraá a Maria. Pero no cumple. Es evidente que sus orígenes austrohúngaros fueron una premisa cultural que debió pesar sobremanera en Korda paara comenzar con esta ambiciosa obra su larga trayectoria de épicas históricas como la tragedia The Private Life of Henry VIII (1933). Las escenas de los bailes son eficaces por la profusión de actores en escena y en cuanto a las tomas nocturnas rumbo al Grinzing en verdad que técnicamente jamás habría creído que fueron hechas recién terminada, apenas un lustro, la Primera Gran guerra. Las fuentes señalan que hubo un tipo de pacto entre ambos amantes para su suicidio pero Korda resuelve el asunto del modo en que Rudolf se disculpa por un momento después de la cena, para ir a su despacho y en su delirio o desesperación toma el revolver y se suicida, mientras que Maria llega minutos despupes sin saber algo y, presa del desconsuelo toma el arma para seguir a su amor imposible.
HE COMPARTIDO ESTE FILME Y ME PERMITÍ EDITARLE DE FONDO Gustav Mahler, Sinfonía n.° 1 en re mayor «Titán» CON UNA DIRECTORA BRILLANTE ALONDRA DE LA PARRA. ENJOY https://ok.ru/video/9531876182559


Leave a comment