No se trata propiamente de un biopic del héroe nacional y mártir ALi Hashemi porque no contempla su infancia, ni cómo ingresó en las fuerzas militares de Irán, sino en la Guerra entre Irán e Irak (1980-1988)y específicamente en el periodo alrededor de 1983 en adelante cuando Hashemi organiza como comandante el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (IRGC) dirigiendo la Operación Khyber (o Kheibar) en los pantanos de Hawizeh.

El filme lo sigue de cerca en su periplo hacia Shatt Ali o sea, costas de Hur o Hour, Al-Huwayzeh a unos 120kms Ahwaz que es de hecho su pueblo natal.Más allá de la quizá leve importancia que podría tener fuera de Irán, el filme es interesante porque con el beneficio del tiempo sabemos que no llegará ni a los 30 años de vida,muriendo en combate en la isla Majnun y, sin embargo aquí se explora el miedo coinstante dolor a traición, las penurias desde su encuentro con los jeques en Hur en una lancha diminuta acompañado de sus hombres de confianza Ali Nasser y Hajj Abbas, vadeando las marismas y presenciando de paso la procesión en lacha de una boda iraní con sus cantos, siguiendo el camino pantanoso hasta Susangard a unos 55 kms de Ahwaz. Así que, antes de enfocarse en el establecimiento de la base clandestina Nosrat, percibimos al héroe de carne y hueso que debe enfrentar discusiones autóctonas en Hur como un Jeque contradiciendo a otro porque sus hombres rompen la prohibición de no pescar en sábados, contraviniendo el Corán, o también más tarde, a una autoridad por errores de sus subalternos, uno de los cuales es detenido por transportar cien litros de alcohol y ALí debeexplicar que no es para consumo humano, sin mencionar el dinero que se transporta. Las implicaciones culturales en el campamento de Nosrat son, como dije,interesantes.

Por ejemplo los minutos de esparcimiento jugando fútbol y la solicitud por consigna de afeitarse la barba que genera un repudio inmediato porque todos los reclutas en el nombre de Allh observan sus credos islámicos. Obedecen como soldados pero no sin su rezo “en el nombre de DIos, el más clemente, el más misericordioso. Dios es bello y ama la belleza” y emoiezan a rasurarse frente a una palmera datilera. Después de volver a recomendarle a los hermanos (compañeros de filas) no usar ni siquiera perfume para pasar desapercibidos, después de 17 horas en las lanchas llegan al Hur o Horus, la enorme moneda que divide el Hur iraní del Hur iraquí, un dinar con dos flancos. La topografía de Al-Huwayzeh y alrededores es inigualable.

El cinematógrafo se luce desde la llanura de Jafir a 80kms de Ahwaz hasta los primeros días 3 de marzo de 1983 en el área opertiva de Khyber hasta el sibrevuelo de Ali la edianoche del 23 de marzo sobre la Isla North Majnun. Cuando ALi desciende en el helicóptero y camina con ojos exaltados entre militares heridos y demás, llega hasta el cuartel general y lo primero que hace es retirar la enorme imagen del Sadam Hussein y puso la imagen pequeña pero llena de grandeza del Ayatola Ruholá Musavi Jomeiní. Nunca se supo de Ali después de desaparecer el 4 de julio de 1988 y 22 años después encontrado su cuerpo en el río.