Obra interesante prima facie porque la historia encarnada por el trompetista Goto con su banda -originalmente sexteto- se enmarca en la “Primavera cultural” de posguerra japonesa, cuya impronta de los Aliados a pesar de su victoria en el conflicto fue inevitable, pero también porque este febril boom del jazz ocurría genuinamente en aquella época y la trama central aunque ficticia se filma -y por lo tanto es fehaciente testimonio y termómetro ideológico- en la inmediata desocupación estadunidense ocurrida en 1952.

Se podría decir que desde el inicio se pronuncia el concurso entre lo extranjero y la tradición cuando los estudiantes de la Universidad de Tokyo compiten contra el Six Melodian de la Universidda de Jonan y el trompetista Goto con el baterista Aoki y el saxo Sugimoto se lucen aunque, después del evento, haya una decepción ya que el contrastista Yamazaki ha coqueteado y fonalmente conseguido atraer a Aoki para un contrato de dicho baterista y sus dos compañeros, pero Goto se opone abiertamente porque son seis, le reitera a Yamazaki y declina.

Lo que no sabe es que Aoki ya ha aceptado. EN el escenario escuchamos música de corte occidental como el Lullaby o canción de cuna y luego La vie en rose de Édith Piaf. La celebración de la noche está llena de dicha pero tambipen incertidumbre que de hecho progresa conforme pasan los meses y el papá de Goto llama al joven. “Haruhiko, me preocupan tus expectativas aborales, aunque yo llegue al puesto de presidente en la Cámara de Representantes”. EL melodrama es predecible desde luego, si comorendemos el profundo respeto del padre a Goto matabei, el antepasado de la familia en un momento en que, como el chico le señala en la discisión: “papá, estamos en la era del jazz”. Goto hace otro intento por llamar a Aoki quien nunca escuchó su grito porque estaba ocupado con otras personas abordadno un auto. Se desanima y la voz de Toshiko, quien hace tiempo cantó en el encuentro de universidades sigue tomando cursos de canto y jazz y es quien le levanta nuevamente la moral al chico. De hecho, gracias al simpático papá e Toshiko, otrora cantante y tormpetista quien lo anima.

Mientras Toshiko canta mambo y proto-boleros cubanos en el cabaret, el gerente del Teatro Central Morita invita a Goto y su banda a participar allí. Hay percances son importancia que distraen en esta historia como el atropellamiento de Goto, que es llevado al hospital y allí le acompañan varios de sus ex compañeros. Finalmente, luego de ser rechazado por el personal de Yamazaki varias pcasiones, Goto logra ver frente a frente a Aoki y kle anuncia que se reunirá la banda y lo necesitan pero Aoki le recuerda a su amigo por qué en primer lugar los dejpo, por dinero y le revela que cualquier salida sin permiso de su agobiante y aburrido trabajo como baterista de un sitio a otro, le costaría una multa de 300 mil yenes contemplados en el contrato. De todas formas acepta pero el día del evento, es atado de pies y manos y custodiado. Mikami-san quien nunca dejó de apoyar el Six Melodien acude a ver qué ocurrió y entró en un zafarrancho de puños y patadas contra los hombres de Yamazaki. Yamazaki por su parte, sentado en primera fila en el recital, se llena de alegría y maldad viendo que está por fracasar el proyecto de reunir a los 6 ex estudiantes y amigos. No esperaba que de pronto llegara y tocaran jazz. La obra es una comedia musical ligera que nunca sale del melodrama canponico de la época pero como indiqué, se trat+o de las primeras películas temáticas sobre jazz en Japón.